El CBD y el dolor

El cannabidiol (CBD) ha sido utilizado de forma tradicional en diversas culturas por sus propiedades analgésicas y antiinflamatorias, pero en los últimos años ha cobrado mayor atención en la medicina moderna como una opción potencial para el manejo del dolor crónico. Puede administrarse en forma de aceites, cápsulas, cremas o vaporizados. Algunos países como Canadá, Israel y ciertos estados de Estados Unidos han aprobado legalmente el uso de productos con CBD para tratar diferentes condiciones, incluyendo dolores neuropáticos y inflamatorios. La creciente evidencia científica y los cambios en la regulación han impulsado el interés en el CBD como alternativa o complemento a los tratamientos tradicionales.

Resumen de estudios científicos sobre el CBD y el tratamiento del dolor:

La evidencia científica sobre el uso de CBD para aliviar diferentes tipos de dolor, como el neuropático, inflamatorio y crónico, ha ido en aumento. Estudios preclínicos y algunos ensayos clínicos sugieren que el CBD puede reducir la percepción del dolor al interactuar con el sistema endocannabinoide y reducir la inflamación. Un metaanálisis de los estudios disponibles por Pamplona et al. (2018) concluyó que el CBD tiene efectos analgésicos y antiinflamatorios en modelos animales y humanos, especialmente en dolores neuropáticos y osteoartríticos (Frontiers in Pharmacology).

Un estudio clínico importante publicado por Blázquez et al. (2019) en la revista Pain encontró que el CBD, en combinación con otros cannabinoides, ayudaba a reducir el dolor en pacientes con esclerosis múltiple. Además, investigaciones en pacientes con fibromialgia mostraron que el CBD puede disminuir la intensidad del dolor y mejorar la calidad de vida (Satividad et al., 2020).

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